México ha celebrado tres subastas eléctricas. En la tercera (2017) participaron 80 licitantes, con 734 ofertas de venta. Eso significa que, hasta 2019, por lo menos 34 empresas invertirán 6 mil 600 millones de dólares en construir 52 centrales para generar energía verde.
Cada vez se celebran más estas subastas (en naciones como México, Chile, Argentina, Francia y Alemania), para promover el uso de las energías renovables. Hoy, queremos explicarte cómo funcionan las subastas eléctricas.
De acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), las subastas permiten que las empresas eléctricas celebren “contratos en forma competitiva y en condiciones de prudencia”. De esta manera, pueden satisfacer las necesidades de potencia, energía eléctrica acumulable y certificados de energías limpias (CEL).
Se puede participar como uno de los siguientes suministradores: servicios básicos; servicios calificados; y de último recurso. Además, existen subastas de mediano y largo plazo.
Mediano plazo: Adquieren (con anticipación) la potencia y electricidad consumida por los usuarios de suministro básico, para reducir o eliminar los precios de estos productos en el corto plazo. Su vigencia es de 3 años.
Largo plazo: Satisfacen las necesidades de potencia, electricidad acumulable y CEL que deban cubrir a través de contratos de largo plazo. Y generar una fuente estable de pagos para desarrollar nuevas centrales eléctricas o repotenciar las existentes. Su vigencia es de 15 años para potencia y electricidad acumulable; o de 20 años para CEL.
De esta forma, las subastas promueven la instalación de capacidades renovables. Aseguran que los productores generen ingresos para crear nuevas centrarles de energía limpia, con menos costos para los consumidores.
En Mexpo seguimos evolucionando para ofrecer nuevas soluciones para las empresas, que además de ayudarlos, podamos ser la transformación que necesita nuestro planeta. Cambiemos el chip, unámonos a su conservación, siendo conscientes y desarrollando talentos.
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