El problema es que construcciones como carreteras y edificios nacen con un periodo de vida extenso, pero “una parte nada desdeñable de dicha infraestructura está empezando a notar el paso del tiempo”.
Por ejemplo, la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles estimó que el estado promedio de las infraestructuras construidas entre 1970 y 2002 es malo. Requería una inversión de mantenimiento de 1.6 trillones de dólares, entre otros datos relevantes:
Las carreteras en mal estado cuestan 54 mil millones de dólares al año en recuperaciones y costos de operación.
Mantener las carreteras en su estado actual requiere 92 mil millones de dólares al año.
Para eliminar las deficiencias en puentes, se necesitarían 9 mil 400 millones de dólares, durante 20 años.
La innovación del siglo XXI está creando alternativas nuevas, asequibles y sustentables para resolver diversos retos, con soluciones ecológicas y económicas. Una de las más interesantes es el Pavimento Asfáltico Reciclado (RAP, en inglés).
Entendiendo el Asfalto Reciclado
El asfalto reciclado se compone por materiales removidos del asfalto, que se reprocesan para volver a utilizarse en proyectos de reconstrucción o rehabilitación de estructuras.
En caliente: Se reutilizan todos los materiales del firme, mediante una aportación de calor que se realiza en la misma obra. Después se fresa en un grosor determinado, y se le añaden agentes rejuvenecedores al material procesado.
Templado: Utiliza una temperatura de quemado menor, con emulsiones bituminosas, pues ofrece más ventajas medioambientales.
En frío con cemento: Se fresa un cierto espesor del firme en frío, y el resultado se mezcla con un conglomerante hidráulico, como cemento.
En frío con emulsiones bituminosas: Después de fresarlo, el material envejecido se mezcla con emulsiones y otros aditivos.
Cuando se procesa en una planta, la emulsión bituminosa se mezcla con árido virgen y betún en caliente para crear el asfalto reciclado. Al final, estos métodos reducen los costos de materiales y acarreo, así como los desechos; y también conservan recursos naturales y energía.
Casos de éxito
Ya existen varias iniciáticas que impulsan el uso de RAF en el mundo. Por ejemplo, la empresa holandesa Volker Wesseles creó el proyecto Highly Ecological Recycling Asphalt System (HERA). Este crea asfalto con base en materiales reciclados, generando un producto más limpio y económico.
HERA no utiliza los sistemas de calentamiento in situ o de planta, sino el indirecto. Esto genera los siguientes beneficios:
Reutiliza del 50 % al 100 % del asfalto viejo.
Reduce 30 % del consumo de gas natural.
Disminuye las emisiones de O2 en 75 %.
Dura 3 a 5 veces más que el asfalto tradicional.
Volker Wessells produce casi 2.5 millones de toneladas de asfalto por año, administra o colabora en 15 plantas de asfalto, y cuesta 4.5 millones de euros para instalarse.
En México (donde 85 % de las autopistas y calles están encarpetadas con asfalto, de acuerdo con Capufe), el especialista Carlos Fonseca lidera un proyecto de asfalto reciclado en el Tec de Monterrey. El proyecto se enfoca en rentabilidad, seguridad (o adherencia del camino), consumo energético, reducir la explotación material virgen, disminuir el ruido y volverlo sostenible.
El RAP se utiliza en Monterrey desde 2012, y existen oportunidades para trabajar en pequeños tramos de carreteras o calles en Puebla y Veracruz. Al momento no hay más empresas que colaboren con el proyecto, pero la meta es promover el uso del asfalto reciclado en México, a través de convocatorias gubernamentales.
Esto es lo que buscamos en Mexpo: nuevas soluciones de reciclaje industrial y conservación para nuestro planeta.
Desde 1983 somos el mayor fabricante de maquinaria pesada genuina en México para la industria del reciclaje. También nos dedicamos a la investigación y el desarrollo de ingeniería y manufactura moderna.
Dejar un comentario