Gestión del agua: tecnologías de ahorro y potabilización
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De: adminMexpo
Cubre 70% de la superficie del planeta, pero sólo 2.5% es agua dulce. Y de este último porcentaje, nada más 0.3% está en lagos y ríos, disponible para el consumo humano. Es un bien tan valioso, que ya estamos sintiendo las consecuencias de su escasez, abuso y contaminación.
La Organización Mundial de la Salud estima que 663 millones de personas no cuentan con agua potable. Y esto no es por la falta de acceso, sino porque no está en condiciones para ser usada por las personas. Estos son algunos motivos clave:
70% del agua se destina a producción de alimentos, y de forma excesiva.
Se necesitan 15 mililitros de agua para hacer una taza de café; y los granos de esa misma taza requieren 200 litros más para producirse.
Un kilo de carne de vaca requiere 15,000 litros de agua para producirse (incluyendo los usados para crear los vegetales y piensos que alimentan al bobino).
Las industrias textiles, químicas o tecnológicas también utilizan esa cantidad de agua en sus procesos industriales.
¿Que ocasiona este uso excesivo y contaminación del agua? El incremento en la tasa de muertes y enfermedades, empobrecimiento y conflictos bélicos. Por eso es tan importante optimizar y potenciar los procesos de potabilización del agua. Aquí te presentamos algunos de los más interesantes.
Depuración
Consiste en reducir los contaminantes físicos, químicos y biológicos del agua, hasta alcanzar la calidad y cantidad necesarias para su uso humano. El pretratamiento retira los residuos más grandes con ayuda de una criba con rejillas, y recoge los residuos pequeños con un filtro de finos. El tratamiento secundario elimina la materia orgánica que puede ocasionar enfermedades.
La tercera fase requiere un decantador, donde el agua descansa para separarse de la biomasa (que también se recicla), hasta que puede regresar a los ríos, con 95 % de sus impurezas eliminadas. Conoce más del proceso aquí.
Desalinización por osmosis inversa
El agua de mar es captada por torres submarinas y pozos costeros, que almacenan el agua en una cámara de captación y desbaste. Ahí pasa por un proceso de desinfección, también pasa por un proceso de acidificación coagulante y se deposita en un tanque de pretratamiento.
Ahí se eliminan otros residuos con filtros de arena (para ultrafiltración y microfiltración); y después se transporta a filtros de cartucho, donde pasa por una decloración anti-incrustante.
El siguiente proceso es un bombeo donde el agua se filtra por precapa (flotación, decantación etcétera), y después se trasporta a bastidores de membrana, o un depósito que devuelve la salmuera (agua con una concentración de sal superior al 5 % (NaCl) disuelta) al mar.
Después de los bastidores, el agua sufre un proceso de permeado, y finalmente se desinfecta y remineraliza para que, finalmente, pueda ser consumida por el público. Conoce más del proceso aquí.
A nivel mundial, las plantas de desalación abastecen a casi 300 millones de personas; y existen más de 17,000 complejos que producen 66 mil 500 millones de metros cúbicos de agua desalada por día.
Diamantes
En 2015, investigadores del departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas de la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México, desarrollaron un proyecto que limpia el agua contaminada por herbicidas con diamantes.
Este proceso destruye y degrada contaminantes como bentazón, parquat, dicat y metil paratión al 100 %. Sólo necesita una pequeña capa de diamante y una carga electroquímica que oxida la parte orgánica de los herbicidas.
El proceso se realiza dentro de celdas con diamante dopado con boro, que convierte a los herbicidas en dióxido de carbono y en sales inorgánicas. El resultado es agua limpia, y su pase por un depurado tradicional de aguas municipales, puede usarse en casas sin problema. aunque aún debe pasar por el depurado tradicional de aguas municipales para su uso doméstico.
La investigación también aceleró el proceso para limpiar 2 litros de agua en 4 horas del proceso.
Captación
Una casa de 40 metros cuadrados en Zacatecas podría captar 20 mil litros de agua durante los 6 meses de temporada de lluvia. Un techo similar en Tabasco podría captar 100 mil litros en un año.
Claro, esas cifras pueden variar dependiendo de las zonas y la condición climática, pero la captación de agua es una alternativa que cobra más sentido en los lugares con difícil acceso a fuentes de agua.
En México, es el grupo Isla Urbana el que promueve esta alternativa. Lo han logrado en diversas localidades como Tlalpan, en la Ciudad de México. También lo implementaron en el hangar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: antes invertía más de 200 mil pesos al año en pipas, pero recuperó su costo de inversión en 2 años, captando más de 400 mil litros anuales.
50 % de las zonas húmedas en el mundo desaparecieron en el último siglo. Hay 3,500 especies animales amenazadas por la escasez de agua. 25 % de los ecosistemas fluviales están en riesgos de desaparecer. Hay sitios donde las personas ya sufren estrés hídrico, que produce migraciones, conflictos bélicos y fuertes problemas de salud.
Por eso hay que racionalizar el consumo del agua e incrementar el acceso a procesos industriales capaces de limpiarla para evitar su deterioro y contaminación. En Mexpo queremos fomentar la cultura ecológica, y haciendo buenas prácticas que ayuden al planeta.
Con apoyo de la OMS, el IMITA, la FAO y Water Foodprint Network
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