Energía eólica. ¿Ya sabes generar electricidad con el viento?
0 Comments
De: adminMexpo
La meta industrial es clara: invertir la tendencia de polución que ocasiona el cambio climático. Hay que mantener la temperatura global por debajo de los 2° C. Para lograrlo, hay que transformar a los negocios en fuentes de rentabilidad, con prácticas ecológicas y renovables.
En Mexpo nos dedicamos al reciclaje y la conservación del medio ambiente. Por eso siempre estamos en la búsqueda de nuevas soluciones que cambien al mundo y protejan a nuestro planeta.
El gran problema de este cambio no está en la transición, sino en el almacenamiento de dichas energías, para usarlas en todo momento, sin recurrir al carbono en tiempos de desabasto. Tal es el caso de la energía eólica.
Del viento a la electricidad
La energía eólica es aquella que se obtiene a través del viento, así de sencillo. Su nombre proviene del latín aeolicus: “perteneciente o relativo al dios Eolo” de la mitología griega. Se puede utilizar para las siguientes actividades:
Generar electricidad. Esto por medio de aerogeneradores que aprovechan las ráfagas de viento para que sus álabes (generadores eléctricos) produzcan energía. Ésta puede utilizarse en nasas, negocios, alumbrado, etc.
Moler granos. Son cruciales para la alimentación de millones de personas en el mundo. Piensa en los molinos de viento de Don Quijote, usados para almacenar y procesar esa comida.
Movilizar embarcaciones. Esto mediante sistemas de bombeo (aerobombas) alimentados por el viento.
Los beneficios de la industria eólica se reconocieron en 1973, durante la Crisis del Petróleo. Es ahí cuando las máquinas eólicas se desarrollaron plenamente, para mitigar la crisis energética. Así, los primeros fabricantes de agrogeneradores y aerobombas se establecieron en la década de 1980.
Parques eólicos
La energía eólica es completamente renovable y autóctona (está disponible en cualquier parte del mundo). Tampoco emite sustancias tóxicas ni residuos que puedan contaminar el agua, la tierra o el aire. Aparte, tiene una de las huellas de consumo de agua más bajas.
Eso sí, tampoco está exenta de sus desventajas, como la dependencia de las máquinas a la velocidad del aire para generar energía, y el almacenamiento. Afortunadamente, la solución corporativa está en los parques eólicos: agrupación de aerogeneradores para transformar el viento en electricidad.
Por ejemplo, en 2017, Navarra (en España) creó el primer parque eólico capaz de almacenar e inyectar la energía eólica en la red eléctrica, cuando sea conveniente. La solución está en las baterías de almacenamiento creadas por ACCIONA. Éstas se conectan a un aerogenerador de 3 Mega Watts (MW), que sustrae la energía que necesita ser acumulada.
Otro buen ejemplo de parques eólicos es Eurus, en La Ventosa, Oaxaca. En este lugar, el viento es tan fuerte que puede hasta volcar camiones. Por eso se aprovechó el área para crear el parque eólico más grande de Latinoamérica.
En 2017, Euros tenía una capacidad instalada de 4 mil 5 MV, y se espera que incremente a 12 mil en el ciclo 2020-2022.
Actualmente, la energía eólica suministra cerca del 3 % del consumo de electricidad global. La Agencia Internacional de Energía espera cubrir 9 % de esta demanda (y la del 20 % de Europa), en 2014.
En Mexpo seguimos evolucionando para ofrecer nuevas soluciones para las empresas, que además de ayudarlos, podamos ser la transformación que necesita nuestro planeta. Cambiemos el chip, unámonos a su conservación, siendo conscientes y desarrollando talentos.
Dejar un comentario