Conoce la revolución de los bioplásticos en México
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De: adminMexpo
El plástico es la tercera aplicación del petróleo que más utilizamos — cada año consumimos 200 millones de toneladas —; y la industria del plástico en México genera cerca de 23 mil millones de dólares por año (más que Alemania, China y Estados Unidos). Sin embargo, el plástico también es una de las principales generadoras de desecho y contaminación, pues tardan hasta más de mil años en descomponerse.
Afortunadamente, ya existen diversos proyectos mexicanos que buscan transformar la industria con nuevas prácticas de reciclaje y protección al medio ambiente, con plásticos elaborados con agave, semilla de aguacate y otros productos vegetales.
¿Qué son los bioplásticos?
Como su nombre lo explica, los bioplásticos son materiales hechos (total o parcialmente) con fuentes renovables, como el maíz, la papa o el aguacate. Éstos pueden ser:
Biobasados: Cuando la fuente de carbono del material proviene de plantas o la biomasa de subproductos agroindustriales.
Biodegradables: Cuando sus materiales pueden someterse a la biodegradación; es decir, que los microorganismos los transformen en sustancias naturales (agua, CO2 y compita) con el tiempo.
¿Cuáles con sus beneficios?
Ofrece los siguientes beneficios:
Innovar en materiales y diferenciar tus productos de la competencia, con una textura y apariencia únicas, además de ser sustentables.
Atraer clientes o mercados que exigen productos sustentables.
Disminuir la huella de carbono de tu negocio, y sus emisiones de CO2.
Reducir el consumo de productos derivados del petróleo.
A continuación, te compartimos dos opciones de bioplásticos desarrollados con plantas mexicanas:
Agave
El Consejo Regulador del Tequila estima que cada litro de tequila produce 12 litros de desechos orgánicos; y algunas tequileras cortan las hojas del agave, y queman o tiran las pencas, provocando contaminación en el aire. Esto quiere decir que se desecha 50 % del agave, después de que la planta es procesada para extraer el tequila.
Además, la Universidad de Guadalajara registra que se generan 400 mil toneladas de bagazo (desecho del agave) por año. Para aprovecharlo, la emprendedora Ana Laborde creó BioSolutions, que desarrolló la tecnología para generar bioplásticos biobasados, a partir de las fibras de agave ricas en celulosa.
El bagazo pasa por un proceso de limpieza, secado, preparación de las fibras y extracción de la celulosa.
Se mezcla con resina plástica, que se moldea en productos que utilicen el plástico como ingrediente principal en las siguientes aplicaciones:
a. Inyección: hogar, promocionales, juguetes, tapas y autopartes. b. Envases solapados: a productos agroindustriales, cosméticos, limpieza, hieleras y termos. c. Películas-bolsas: empaque, bolsas rollo, camiseta o resellables. d. Rotomoldeo: macetas, baños, tarimas, muebles y decks de construcción.
3. El producto final contiene de 40 a 60 % de bagazo, reduciendo el consumo de plásticos derivados del petróleo.
El bagazo es tanto flexible como resistente, y aunque su precio es 5 % más caro que los productos de plástico tradicionales, Ana Laborde considera que este incremento se justifica, si se consideran sus beneficios ecológicos. La fibra de agave refuerza los productos bioplásticos, conserva las propiedades mecánicas en los productos y reduce su peso.
Desde su fundación en 2010, BioSolutions ha reutilizado cerca de 100 toneladas de fibras de agave, —no es una gran producción si se comparta con los desechos generados por la industria, pero sí ofrece una alternativa para reutilizarlos—, y actualmente trabajan para crear productos con desechos de maíz, cebada, trigo y soya.
Aguacate
Como uno de los principales productores de aguacate en el mundo, México desecha más de 30 mil toneladas de las semillas de este producto cada mes. Para aprovechar el desecho y reincorporarlo a un sistema de producción, la empresa Biofase desarrolló un método para extraer polímeros de la semilla de aguacate para transformarlo en plástico biodegradable.
De esta manera, Biofase crea:
Cubiertos y popotes hechos con la semilla el aguacate, con 70 % de contenido de biomasa.
Resinas de bioplástico que pueden procesarse con todos los métodos convencionales de moldeo de plástico, reemplazando ciertas aplicaciones de polietileno, polipropileno y poliestireno.
Biocom: Resina termoplástica, 100 % biodegradable y compostable.
Bioblend: Aditivo que se puede mezclar con productos derivados del petróleo para que sean parcialmente biodegradables.
Los bioplásticos de Biofase se degradan en menos de un año (240 días) y tienen una vida útil cercana a los cuatro años. Scott Munguía, fundador de Biofase, asegura que se pueden enterrar sus productos en la tierra para reincorporarse al medio ambiente.
Además, el proceso no genera residuos peligrosos y su huella de carbono es menor, debido al proceso de extracción de los polímeros.
Los bioplásticos llegaron para quedarse. Este mercado mantiene un crecimiento anual del 20 % en México; ya entró en vigor la Norma Mexicana NMX-E-267-CNCP-2016, que establece dos métodos de prueba para determinar el contenido biobasado en resinas y productos plásticos; y la Asociación de la Industria Plástica de Estados Unidos estima que su uso aumentará 20 % (a escala global) en los próximos 5 años.
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