Ya estamos sufriendo las consecuencias del cambio climático: el incremento de la temperatura, la extinción de algunas especies por la destrucción de sus hábitats naturales, fenómenos naturales con mayor impacto, etc. Para combatir el cambio climático, una innovadora idea de vegetación puede ser la solución. Un “desierto verde” para crear vida en lugares dónde hay poca vida.
Alerta por el cambio climático
El aumento global de las temperaturas, por el cambio climático, puede influir en tres niveles: sistemas físicos, biológicos y humanos.
En primer lugar, las variaciones en los sistemas físicos se ven reflejados en el derretimiento de los polos, trayendo consigo:
La regresión de glaciares.
El derretimiento de nieve, el calentamiento y deshielo del permafrost ( capa de suelo permanentemente congelado).
Inundaciones en ríos y lagos, sequías en ríos y lagos, erosión costera, subida del nivel del mar y fenómenos extremos.
En segundo lugar, en cuanto a sistemas biológicos, se produce la muerte de flora y fauna en los ecosistemas terrestres y marinos;incendios forestales y desplazamiento de flora y fauna hacia lugares que ofrezcan mayor probabilidad de supervivencia.
El tercer punto, los sistemas humanos, se ven afectados por la destrucción e la cosecha y producción de alimentos, enfermedades y muertes. Así también, la destrucción y perjuicio de medios económicos de subsistencia y migraciones de refugiados climáticos.
Desierto verde para contrarrestar el cambio climático
Para combatir los efectos del cambio climático, así como las emisiones de CO2, un científico chileno de origen cubano ha apostado por la creación de un pulmón verde. El pulmón se encuentra en pleno desierto de Atacama (el más árido del planeta). Por medio de éste, se busca ayudar a frenar el avance del cambio climático mediante un cultivo sostenible que sirva como modelo a las industrias locales.
Para ponerlo en contexto, en dicho desierto los pluviómetros apenas registran unas pocas gotas de lluvia en todo el año, a más de 3 mil metros de altura y con temperaturas de 35 grados en el día y 19 bajo cero en las noches.
“Aproximadamente se absorben nueve toneladas de CO2 por hectáreas en algunas de las especies que se encentran en el área. Por lo tanto, si sabemos la huella de carbono de la producción de cualquier industria, podemos calcular cómo una empresa puede comprometerse a sembrar suficiente cantidad de hectáreas para capturar el CO2 que emite durante su proceso productivo” detalló Manuel Paneque, quien desarrolló el proyecto.
Este pequeño oasis cuenta con pimientos, leguminosas como tamarugos, chañar y tara. Pero lo que más destaca son las diferentes especies de atriplex, una variedad vegetal que acostumbra a florecer en terrenos salinos como el de Atacama.
En Mexpo queremos involucrarnos en proyectos como éstos, que den soluciones innovadoras a los problemas que sufre el planeta. Contáctanos para que juntos hagamos la diferencia, y construyamos un futuro mejor para el mundo.**
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