Colegios de Plástico Reciclado para Costa de Marfil
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De: adminMexpo
Los países africanos son de los que más sufren por la contaminación y la baja calidad de vida, debido a la pobreza que existe. Costa de Marfil es uno de esos países en pobreza, pero ahora una nueva esperanza para una mejor calidad de vida se presenta para ellos: un nuevo modelo de colegios de plástico reciclado para además de cuidar al planeta, ofrecer a los habitantes más oportunidades de educación.
La contaminación en el mundo
Cada año se producen más de 300 millones de toneladas de plástico en todo el mundo, pero sólo una fracción se recicla. Los niños de todo el mundo enfrentan el impacto de la contaminación y son más vulnerables que los adultos a la contaminación del aire, agua y tierra. (Frank de Jongh, UNICEF)
El Horizonte
Actualmente, la contaminación ambiental en África provoca alrededor de 712 mil muertes al año mientras que el agua sucia causa 542 mil, la desnutrición 275 mil y la mala higiene 391 mil.
El problema de la educación en África
La educación es clave para el desarrollo de personas y países. Sin embargo, en el mundo hay millones de niños y niñas que no tienen acceso a ella. En muchos casos, quienes tienen la oportunidad de estudiar se enfrentan a grandes retos: instalaciones inadecuadas, falta de material, escasez de profesores y pocas escuelas.
Comité español de ACNUR
La falta de medios en muchos lugares de África, así como el deterioro de las construcciones y la necesidad de usar los edificios para otros fines hace que miles de niños y niñas recorran kilómetros cada día para asistir a escuelas abarrotadas que carecen de lo más básico.
De botella de plástico a colegio en Costa de Marfil
Ahora para que en África, específicamente en Costa de Marfil, los niños puedan tener más oportunidades y facilidades para estudiar, Unicef junto con una empresa social colombiana, lidera un proyecto para construir 528 clases con ladrillos hechos de plástico.
En Costa de Marfil sobran residuos plásticos y faltan colegios. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en colaboración con la empresa social colombiana Conceptos Plásticos ha trabajado en un nuevo proyecto a favor de Costa de Marfil y el problema anterior: construir clases con plástico reciclado. Ya hay nueve en uso. A futuro se planea construir al menos otras 519, que en total acogerán a unos 25,000 estudiantes (50 como máximo por aula).
De acuerdo con la Unicef, en total hacen falta unas 15,000 clases. “En ciertas áreas, por primera vez, los niños de preescolar en los vecindarios pobres no tendrán que compartir el espacio con otros 100 estudiantes”, plantea en un comunicado Aboubacar Kampo, representante de la Unicef en dicho país y uno de los impulsores del proyecto.
Problema global, oportunidad local
Según la ONU, la gestión inadecuada de los desechos provoca el 60% de casos de malaria, diarrea y neumonía en los niños, que destacan entre las principales causas de mortalidad infantil en la zona. Al obstruir alcantarillas y proporcionar lugares de cría para los mosquitos y las plagas, los plásticos contribuyen a la propagación de estas enfermedades.
Los nuevos colegios
Hasta ahora, las primeras clases se han construido con ladrillos exportados de Colombia. A partir de finales de año, cuando se prevé que la nueva planta comenzará a funcionar, recuperará unas 9,600 toneladas de residuos anualmente y se espera que mejorará las condiciones de mujeres.
“Nos asociamos con Unicef en este proyecto porque queremos que nuestro modelo de negocio tenga un impacto social. Al convertir la contaminación plástica en una oportunidad, queremos ayudar a sacar a las mujeres de la pobreza y dejar un mundo mejor para los niños”, afirma Isabel Cristina Gámez, cofundadora y directora ejecutiva de Conceptos Plásticos.
Según detallan desde la empresa colombiana, su tecnología convierte el plástico reciclado en ladrillos modulares, tipo bloques de Lego, que se ensamblan fácilmente. Una casa para una sola familia, aseguran, se puede construir entre cuatro personas sin experiencia, en sólo cinco días.
Además, son duraderos y tiene un bajo costo. Se estima que son 40% más baratos y un 20% más livianos y por consiguiente, más fáciles y económicos de transportar que los materiales convencionales. También son impermeables, retardantes del fuego, aislantes del calor y están diseñados para resistir fuertes vientos y terremotos.
Los países menos desarrollados necesitan de nuestra ayuda, y con iniciativas como estas podemos dar un gran paso para un mundo mejor. Una iniciativa similar ocurrió en China con edificios a base de plástico. En Mexpo queremos seguir siendo parte de ese cambio positivo que necesita el planeta, ayudando a su conservación para un mundo mejor. Contáctanos y cambiemos el chip por un mejor futuro a favor del planeta.
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